Medovik: en el espíritu de la tradición rusa
No podría ser una receta más tradicional de postre ruso. Hasta ahora solo he comido de compras, y luego la suerte también me sonrió, así que me compré esta gran pieza hecha por una abuela rusa, la suegra de mi amigo. ¡Bueno, no puede ser "ruso"!
Pasos de preparación
- 100 g de mantequilla, huevos, azúcar, miel y bicarbonato de sodio (probablemente sea una tradición rusa, en lugar de polvo de hornear siempre usan ese bicarbonato de sodio, aunque no estoy seguro de cómo "sale") poner en un bol y mezclar dooooobro. Poner a fuego lento y calentar hasta que aumente de volumen y hasta que aparezca una espuma blanca. Agrega la harina tamizada y amasa una masa suave.
- Divídalo en 7-8 partes (¡aunque la abuela afirma que el hidromiel real es el que tiene 12 costras!) Y enrolle cada parte en un bollo delgado. Luego hornea en fila en el horno que precalentaste a 170 c, hasta que adquiera un bonito color dorado.
- CREMA: Derretir 250 g de mantequilla a temperatura ambiente. Colocar en un bol para batir y agregar gradualmente la leche condensada, y batir todo para que la mezcla se vuelva abundante. Enfriarse.
- Cubra las cortezas enfriadas con la crema preparada y apílelas una encima de la otra. Recorta y aplasta los extremos irregulares para que obtengas migas reales. Deja el hidromiel en la nevera unas 2 horas, para que todo el bizcocho quede empapado de nata.
- Saca tu hidromiel del frigorífico, cúbrelo por todos lados y espolvorea las migas preparadas con el resto de la nata. Decora como desees. Esta abuela mía lo hizo como puedes ver con estas migajas y tu madreselva puede ir sobre la mesa :)
Servicio
La leche condensada es algo que no sabía que existía hasta que la vi aquí en Moscú: como una crema muy dulce, muy calórica, ¡pero malditamente deliciosa!